EL BOSQUE DEL MUSEO HUDSON

  En la inmensidad del bosque, casi perdidos estuvieron nuestros investigadores, entre las sombras de ramas que parece sujetarlos de los pies, los murciélagos sobre volando sus cabezas, y un crujir de ramas a lo lejos indicando su camino.


  Ariel, Guillermo y Hernan se encaminaron en el interior de la arboleda que acariciaba el cielo con sus ramas más altas. Los caminos que indicaban el paso del hombre a la hora del sol, ya no existían, o parecían no hacerlo por el juego que ejerce la oscuridad en la vista. Una rama se quiebra a lo lejos, mientras que el medidor de campos electromagnéticos demuestra el rojo en un pico altísimo de magnetismo al pie de un árbol.
  "Indicanos el camino con algún sonido" replicó Guillermo, y a lo lejos un quiebre de ramas demasiado pesado como para pertenecer a los animales que habitan en los alrededores. 
  Una parva de ramas se quiebra a la derecha de los investigadores, a menos de cinco metros, se detiene para poder escuchar mejor, el silencio. Continúan, el crujir a su derecha los sigue, o eso es lo que parece. "Quietos...", una rama se rompe a lo lejos indicando el camino a seguir.
  "Estamos en el camino correcto?" pregunta Guillermo a Hernan. Éste duda, porque sabe que no es el camino que anteriormente habían tomado, pero antes de empezar a preocuparse ve un árbol caído que usa como referencia, ya lo había visto antes, la salida no esta muy lejos.


  Un salto del medidor K-II los sorprende  a la salida del primer bosque, ahora se adentran en el segundo costado, en dirección de uno de los Ombúes restantes de aquellos 25 que daban nombre a la estancia.
  Una hoja cae de un árbol de manera estruendosa, el silencio deja escuchar hasta los más profundos pensamientos de nuestro amigos. Casi que se pueden escuchar los pensamientos del otro...
  Juegos de sombras, sonidos a lo lejos, sensaciones de frío y calidez repentina. La temperatura había variado unos cinco grados hacia abajo desde que había empezado el recorrido. Pero se sentían cálidos, como abrazados por el bosque antiguo.
  Una figura extraña formada por una conjunción de ramas y árboles, la figura de una mujer. Pareidoleas comunes en un lugar como este. 
  
  Luego de realizar una sesión de EVP extensa en el viejo Ombú y de dejar algunas ofrendas para tentar a los seres elementales que puedan rondar el lugar, se retiraron con más preguntas que respuestas, aunque aún faltaba revisar el material. 

  ¿Qué sera lo que habita el bosque? ¿Qué fueron aquellos sonidos que los guiaban? ¿Y aquellos pasos que los seguían? 

  ¿Será revelado el misterio?